lunes, 12 de agosto de 2013

Carta a Colilla

Hola colilla, pues este es tu apodo, ya que ahora tan solo eres el resto de un cigarro que ya ha enfriado, de una historia que por tu culpa a terminado, por tu egoísmo, por tu miedo a vivir la vida pese a los obstáculos, pese a las dificultades, a las diferencias de edad, de pensamiento, de religión o de gustos. Por tu indiferencia ante  los sentimientos de los demás, ante los sentimientos de alguien importante para mí, mi pequenia pollo. ¿Te suena? Supongo que sí, supongo i espero que tu conciencia no esté feliz i tranquila sabiendo que ha hecho pedacitos el corazón de una persona, el caparazón de un pollito. Un pollito que movió mares y montañas para estar contigo. Que el tiempo que paso buscando que su amor fuera correspondido no le quemaron las esperanzas de seguir luchando. No pensaba en el pasado ni tampoco se planteaba un futuro porque simplemente luchaba por lo que quería, luchaba por ti. Por alguien que no es capaz de disfrutar de un presente sin preguntarse qué ocurrirá en un futuro. Obviamente no acabaríais en el altar, o con 3 hijos y una casa en la playa. Posiblemente pasarían otras muchas personas por vuestras vidas, pero verdad que no eres adivino? Pues entonces céntrate en el presente, en tu amor hacia ella, en los besos en el mar, en las sonrisas bajo la lluvia y no te adelantes poniendo un final tan temprano a esta historia por miedo a un final peor. No sé qué pretendías haciendo lo que has hecho para después salir corriendo, la respuesta no es la huida. Porque en una relación no solo estas tu y tus sentimientos, hay unos labios al otro lado esperando tus besos, unos ojos buscando tu mirada y unas orejas ( en este caso unas orejas un poquito amorfas pero monísimas) deseando escuchar tus " Buenas noches amor!" . Para un momento i date cuenta de lo que estas echando a perder. Un pollito que te hubiera querido como nadie más te va a querer, con su risa contagiosa y sus dientes perfectos. Un pollito que te hubiera regalado los mejores momentos de tu vida. Pero ¿sabes una cosa? Estabas viviendo un sueño y has querido despertar de él. Pues ahora me voy a quedar yo con esos abrazos y esos momentos. Porque es mi pequenia pollito y me niego a que pierda el tiempo con alguien que no la quiere.
Así que colilla, ahora mismo eso es todo lo que eres, el final de un cigarro acabado, el final de una historia terminada. Aprende de tus errores, que es así como se forman las personas. Esta es la historia de una pequenia pollito a la que un cabrón le ha puesto un punto a esta historia, pero ella le ha puesto el punto y final.

Para la colilla, con odio, balleno.


PD: ¿Ves esa sonrisa? Pues tú ya no eres la causa.



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